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martes, 27 de enero de 2009
¿Asi es el trabajo que tiene que hacer la policia?,¿dan buena imagen?,¿son buenos profesionales?,¿los contrataria?
Esta imagen no tiene mucho que contar. Lo que se ve en ella es un reportero gráfico de la Agencia Reuters que huye de los golpes que un agente de la Policía Nacional le propina por la espalda con su "arma de defensa". Yo soy el reportero, para quien no me conozca. Y quiero contar lo que pasó con el único fin de que sea la última vez que veamos una imagen así.
Ocurrió en la tarde del 11 de enero de 2009, al final de la protesta de un grupo de simpatizantes de la causa palestina a las puertas de la embajada de Israel. Algunos de ellos lanzaron piedras contra la fachada acristalada del edificio, no sin cierta inocencia, puesto que la oficina diplomática de dicho país se encuentran en la séptima planta y los impactos sólo alcanzaron a las tres primeras...
Continuar leyendo el blogg del propio periodista:
http://kacho-lalunaentusojos.blogspot.com/2009/01/sobre-una-democracia-del-siglo-xxi.html
lunes, 26 de enero de 2009
Un buen libro que acabo de terminar
«Ger-mi-nal, Ger-mi-nal, Ger-mi-nal...», este era el grito que el 5 de octubre de 1902 una delegación de mineros franceses coreaba al arrojar sus ramos de rosas rojas sobre la tumba de Émile Zola: cinco mil parisienses habían recorrido las calles de París con el féretro del escritor que había abanderado el enfrentamiento con el sector más conservador de la sociedad francesa a raíz del conocido como «affaire Dreyfus». Émile Zola, el padre del naturalismo, describe en Germinal, de una forma descarnada, el mundo sombrío y mísero de la mina, retratando a un grupo de personas que vive ahogado en condiciones infrahumanas y por cuyas venas Zola hace correr el odio y el rencor, seres humanos que se extenúan trabajando en medio de una terrible frustración. Los sueños de juventud, la búsqueda del amor, todo choca contra la realidad siniestra de la mina, que se cobra vidas y apenas permite vivir a los que logran salir de su oscuro pozo. Pero cuando falta el pan, cuandpo el sueño se convierte en pesadilla, los mineros se alzan contra las fuerzas de la destrucción: la huelga hace brotar de todos y cada uno lo mejor y lo peor del ser humano. Con Germinal, Zola escribe una epopeya radicalmente moderna: la denuncia de una realidad se convierte en mito.
Enlaces:
http://www.valdemar.com/product_info.php?products_id=444http://es.wikipedia.org/wiki/Émile_Zola
http://www.librarything.com/work/4155905
La vida diaria de un juez
Un juez gallego relata una semana de trabajo «Señor juez, robé porque llevaba dos días sin comer»
Ventura Pérez Mariño, titular de uno de los juzgados de lo penal de Vigo, relata en esta crónica con todo lujo de detalles algunos de los casos vividos esta semana en el transcurso de su trabajo. Hay de todo porque los juzgados reflejan casi todo lo humano
Autor:
Ventura Pérez Mariño
24/1/2009
Hora:
20:07 h
No sé ustedes, pero el juez que se creía que conocía todo de su ciudad, desde que se subió a la grupa de un juzgado de lo penal se encuentra con que descubre algo todos los días. Conocidas las conductas delictivas, una radiografía del mundo penal trataría de descubrir qué conductas de las perseguidas llegan a los juzgados, quiénes son sus protagonistas y tal vez se comprendería mejor a qué se debe el atasco que sufre actualmente la Justicia. Para este acercamiento, siempre parcial, voy a intentar levantar el velo de la bruma pasando revista a la vida real de un juzgado durante la semana que dura una guardia.
6 DE ENERO: Control positivo de alcoholemia.
Es día de Reyes, y a las 9 de la mañana, como todos los martes, se produce el cambio de guardia en los juzgados de instrucción. Hablamos de Vigo, una ciudad de 300.000 habitantes en la que hay 8 juzgados de instrucción (penales).
A las 10 de la mañana se celebra ya el primer juicio. Es de la modalidad de los llamados rápidos. Se trata de un joven de 26 años que hace dos días conducía un coche que despertó sospechas policiales y por ello fue parado y se le practicó la prueba de alcoholemia, en la que dio positivo.
Ante la evidencia, el joven y su abogado aceptan los hechos; por estar de acuerdo, la ley prevé la rebaja de un tercio de la pena. En resumen, cuatro meses de multa con cuota de 4 euros por cada día, 22 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad y 8 meses y 4 días de privación del carné de conducir. Al joven la broma de beber le ha salido cara. Pero el trabajo no empieza mal: dos días después de los hechos, está juzgado, condenado y ha comenzado a cumplir la pena que le fue impuesta.
Empiezan a llegar atestados policiales que el juzgado va expurgando, clasificando y dirigiendo al que corresponda. Una chica denuncia que compró un televisor anunciado en Internet, envió una transferencia a una cuenta bancaria y lleva seis meses esperando mientras la tele no llega. El juzgado lo etiqueta como estafa y se ponen en marcha los mecanismos investigadores?
Hacia las 11 la policía presenta al primer detenido. Se le acusa de atracar a un menor de edad al que le puso un objeto punzante en la barriga para arrebatarle un móvil. El juez indaga quién es.
-¿Por qué robó usted?
-Llevaba cuatro días en la calle. Vivo a veces con mi abuela y otras con mi tía; la abuela se había ido a Cangas con su novio y mi tía a una boda gitana que dura cuatro días, y cuando se van no me dejan las llaves; tenía hambre, llevaba dos días sin comer.
-¿Qué hace usted diariamente?
-Tengo esquizofrenia; estoy a tratamiento y tomo Tranxilium y otros medicamentos. He trabajado de peón de albañil y de ayudante de carpintero. Ahora no hago nada, estoy todo el día por la calle.
-¿De qué vive?
-Como a menudo en comedores de caridad. El teléfono que le quité al menor se lo vendí a un conocido por trece euros.
El acusado queda en libertad con cargos a la espera del juicio. El joven se queja del frío que se pasa en los calabozos judiciales.
Llama el 061: una señora se ha muerto al salir de misa en un barrio periférico. Se envía a la forense. Al día siguiente se le hace la autopsia. Se le había roto la aorta.
Un señora plantea al juez qué puede hacer con una vecina, de 84 años, que ha estado internada en un hospital público durante unos días. Hoy le van a dar el alta y la mandan para casa. Pero la señora no puede valerse por sí misma y su vecina indaga sobre lo que se puede hacer. Se la dirige a los servicios sociales del hospital y del Ayuntamiento. No volvió.
7 Y 8 DE ENERO: El caso de una mujer que se cae por la ventana.
Las dos mañanas siguientes se repite el patrón: comenzamos con juicios rápidos, principalmente de jóvenes que han dado positivo en pruebas de alcoholemia. Muchos alegan que necesitan el carné de conducir para trabajar. No hay nada que hacer, no depende del juez. Es obligatorio imponer las penas previstas. También se juzga a dos por conducir sin carné. Los dos dicen que no conducían nunca, que fue una excepción. ¿Por qué sabían conducir, entonces? Otro joven sin carné dice que lo iba a sacar dentro de tres semanas.
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Para continuar leyendo la noticia ir a;
http://www.lavozdegalicia.es/portada/2009/01/24/00031232823870920677306.htm
Se investigara al aparejador,medico forense,juez?, quien se lucro?
Es increible que pasen cosas asi:
La Xunta, obligada a devolver a una mujer los bienes incautados
Una fundación incapacitó a la anciana y malvendió su edificio en Vilagarcía
N. R. L. - Vilagarcía - 24/01/2009
Mercedes Rodríguez Moriz tenía 80 años y vivía sola en uno de los tres pisos de un centenario edificio de doble fachada que había heredado de su madre en el centro de Vilagarcía. Hasta que un día, en octubre de 2002, dos policías nacionales fueron a buscarla a casa para llevarla al juzgado.
Mercedes Rodríguez Moriz tenía 80 años y vivía sola en uno de los tres pisos de un centenario edificio de doble fachada que había heredado de su madre en el centro de Vilagarcía. Hasta que un día, en octubre de 2002, dos policías nacionales fueron a buscarla a casa para llevarla al juzgado. Allí comenzó un verdadero calvario que dura más de seis años y que no tiene visos de acabar a corto plazo.
"Señoría, estoy bien, no quiero irme al asilo, quiero volver a mi casa, sólo pido que me la arreglen, porque unos gandules me la han destrozado". Pero las súplicas de Mercedes al juez en aquel momento no le sirvieron de nada. Un informe del aparejador municipal declaraba ruinoso el edificio y un segundo dictamen de un médico forense la incapacitaba a ella con un diagnóstico lapidario: "Su curación es improbable".
Esa misma tarde, Mercedes Rodríguez se negó a ingresar en el asilo de Vilagarcía y fue trasladada en ambulancia a la residencia de ancianos de Beariz (Ourense) donde permaneció durante más de dos años. Convencida de que el Ayuntamiento iba a arreglarle la casa y de que pronto abandonaría aquel lugar, pasó los día cuidando a su compañera de habitación, aquejada de de Alzheimer.
Un par de meses después, el juez entregó la tutela de Mercedes Rodríguez a la Funga, la fundación de la Xunta que atiende a personas incapacitadas. En un fallo posterior, ya en 2004, el mismo juzgado autorizó a la fundación pública a vender el edificio -tres plantas en el centro de Vilagarcía- por el que un promotor pagó 55.000 euros. Según la escritura notarial, el promotor se comprometía además a entregarle a Mercedes un piso de 60 metros cuadrados cuando concluyesen las obras del nuevo edificio que pretendía levantar en el solar.
La visita de unos familiares al asilo precipitó la judicialización del caso. Cuando llegaron a Vilagarcía y comprobaron su óptimo estado psíquico, los parientes de Mercedes reclamaron su tutela y recurrieron ante el juez la incapacitación. El 2 de febrero de 2005 un nuevo informe pericial obligó al juez de Vilagarcía, José Antonio Vázquez Taín, a rectificar y a devolver la capacitación a Mercedes Rodríguez, que a día de hoy no ha recibido un duro por la venta de su patrimonio.
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